Cuentos Chinos TV – 2do Programa

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El Cuento Chino
Luego que pasen los brindis…

Luego que pasen los brindis, los fuegos artificiales y hasta el vencimiento de la clausula RUFO, los argentinos y muy especialmente los tucumanos empezaremos a ver el calendario del año nuevo con rostros de candidatos.
Sucede que elegir a quien ocupara el sillón de Lucas Córdoba desvelará a más de uno, siempre pensando que en los últimos 12 años fue casi un trámite con el rostro de José Jorge Alperovich.

Esta vez los postulantes se dividen en dos grandes y diferenciados grupos: los que quieren ser sucesores y los que desean gobernar Tucumán.

La diferencia radica en que los primeros esperan ansiosos la bendición del gobernador que quedará en la historia como la persona que durante más años administro el Estado, y los que quieren llegar al Palacio de 25 de Mayo más allá de la voluntad de Alperovich.
Así las cosas el médico de 45 años, que un día se fue a buscar su destino en Buenos Aires con el título aferrado a sus dos manos como la ovalada que defendía en Cardenales, volvió a la provincia luego de desempeñarse en San Luis, en La Matanza y con un paso fugaz en el PAMI apadrinado siempre por Ginés González García, aquel que supo propiciar los medicamentos genéricos desde su fundación ISALUD junto a Alperovich cuando era senador y hasta ocupó el Ministerio de Salud Nacional. Juan Manzur, el Mocho, volvió un día para ocupar la presidencia del SIPROSA y ante la renuncia sin asumir de quién ocuparía el ministerio de Salud provincial terminó jurando en el cargo en un ya lejano 2003. Desde allí hasta hoy la historia es conocida, candidaturas testimoniales, cargos con uso de licencias y denuncias de enriquecimiento ilícitos sazonadas con aceitunas riojanas. Hoy Manzur parece ser el sucesor del alperovichismo, aunque la confirmación espera por las encuestas del oráculo de Hugo Haime.
El compañero de fórmula sería Osvaldo Jaldo, el tranqueño que siempre estuvo cerca del poder. Ladero inseparable de Oliejla Rivas cuando dominaban la sección Este, funcionario de Julio Miranda cuando Alperovich se fue, y ahora ultra alperovihchis, al contador sabe esperar su momento, y la tiene clara que en esta carrera otra vez le tocará con suerte ser acompañante, una especialidad que maneja a la perfección.
Beatriz Rójkes de Alperovich parece decidida a no ser, pero quienes apostaron por ella no se dan por vencidos. Llego a ocupar el tercer puesto en jerarquía a nivel nacional, después de Cristina Fernández de Kirchner y del poco Amado Buodou, pero hoy su realidad es diferente. La fonoaudióloga egresada del Insituto Decroly pago siempre muy caro la exposición pública. Desde el caso Pibe cuando su marido era ministro de Economía de Julio Miranda, hasta la fecha, siempre fue el blanco predilecto para dañar a Alperovich, ysólo buscaría ser reelecta como presidenta del Partido Justicialista al que se afilió hace poco más de una década y que dirige desde hace varios años.
La incógnita se titulo José Francisco López, Paco, el concepcionense que emigro al sur en busca del futuro y se encontró con los pingüinos y Néstor Kirchner, regresó como el hijo pródigo. Ladero y mano derecha del ministro Julio de Vido, el ingeniero cantor, desembarcó en Tucumán en los primeros meses del año buscando lograr los fueros que le permitan transitar tranquilo el pos-Kirchnerismo. Pero como por arte de magia y sustentado en promesas y dinero públicos, logró en poco tiempo ser el indiscutido cabeza de lista de diputados nacionales, y ahora quiere más. Con denuncias en su contra por el manejo en la Secretaría de Obras Públicas, teje alianzas con quien encuentra, sin más sueños que ser el vice de quien sea.
Algunos creían que era el sucesor natural, pero el nacido en Aguilares, decidió querer ser por merito propio, y en el camino político, las bifurcaciones siempre son más tentadoras que los acuerdos. Domingo Luis Amaya, aquel que llegó a la secretaría de Turismo cuando Julio Miranda gobernaba, y fue puesto como intendente por José Jorge Alperovich, quiere transformarse en el primer intendente de San Miguel de Tucumán, que llega al sillón de gobernador en la historia tucumana. Sabe que su peor enemigo es su propio creador político, y que debe enfrentarse a quienes conoce desde hace mucho tiempo. A la espera de definiciones desde la Nación sustenta sus ambiciones en un importante caudal de votos en la Capital provincial que aglutina al 40% de los electores provinciales.
Hasta aquí el peronismo y sus acepciones, en el horizonte de la oposición todos los caminos conducen a José Cano, el odontólogo, múltiple candidato en los últimos años, tratará de construir poder real para acceder a la gobernación. Peleará en inferioridad de condiciones en contra del aparato oficialista, y lo sabe, por ello teje alianzas nacionales con Sergio Massa y busca que los correligionarios y aliados del otrora Acuerdo Cívico despierten de la letanía de la derrota. Envalentonado con los resultados de las elecciones legislativas nacionales del 2013, siente que puede, pero sabe que sólo, el camino es cuesta arriba. Es el mejor posicionado en imagen en la provincia, pero el fantasma Rodolfo Campero, que durante años obnubilo a los Radicales, es un Karma que buscan desterrar.
Habrá otros nombres, otros rostros, otras historias, pero entre este puñado de tucumanos se decidirá quién será el gobernador que recibirá el Bicentenario de la Independencia en 2016.
Las encuestas se multiplican, a cada rato en busca de las respuestas que solo las urnas darán a mediado del 2015. Mientras tanto tildan números de la performance de otros años en la única sección donde compitieron todos. La ciudad historia de todos los argentinos donde se declaro la Independencia del país, atesora números que son una foto, del pasado, pero foto al fin de quien es quien.
En 2013 José Cano sacó para Diputado Nacional 141.000 lo que fue su mejor elección en La Sección I de la provincia.
Ese mismo año la formula Manzur – Jaldo obtuvo 122.000 sufragios.
Por debajo de los 125.000, a pesar de la mayor cantidad de electores, que obtuvo Beatriz Rojkés de Alperovich para senadora en 2009 y lejos de los 191.000 votos que lo consagraron intendente a Domingo Amaya en 2011.
Números, cifras, porcentajes, de una incógnita que se develara en apenas 9 meses, como si se tratara de la vida misma…

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