Iván Agudiak charló sobre su paso por San Martín en exclusiva con Radio Q, tras su arribo a Tucumán con Huracán Las Heras para medirse ante San Jorge.

El 22 de Mayo de 2016, en el torneo Federal “A”, enfrentándose ante Guaraní Antonio Franco, a los 49 minutos del segundo tiempo; San Martín se quedaba afuera, con un resultado parcial de 1 a 1, ante 25.000 almas que no creían lo que pasaba, hasta que llegó su momento. Diego Cagna lo llamó y le dijo: “Entra y hace el gol”. Esa persona era Iván Agudiak.

Taborda ya casi de 5 mandó el bochazo, Ferrero peinó la pelota como pudo, Lentini con un estiramiento propio de la danza alcanzó el “pase” del central y la caprichosa le cayó al “toro”. Luego de un cabezazo: Gol, clasificación, llanto generalizado. Puede ser un guión para una mejor producción de Hollywood, pero fue un partido de fútbol; el protagonista sacó al “santo” del infierno y lo devolvió al mundo en tan solo cuestión de segundos.

Bajó del micro y, con el termo en mano, saludó a todo fanático que se le interpuso. Cuenta que en el complejo “Natalio Mirkin” las muestras de cariño fueron eternas. La sonrisa no se le escapa al hablar de su San Martín como él le dice. Vestido de remera blanca y short rojo (vaya paradoja que los colores siguen siendo los mismos) de Huracán Las Heras, equipo en el que actualmente milita, Agudiak se prestó a la charla de un día que quedó grabado en su retina.
“San Martín es un amor muy grande en mi vida. Me dio una hija y mi familia le tiene un cariño enorme a Tucumán”, declaró el goleador en su primera frase.

Para el goleador, aquel torneo no fue uno más. En la famosa serie ante el elenco misionero sufrió la pérdida de su suegro. “Era mi segundo papá”, comentó. Y en el festejo del gol marcó la dedicatoria para él. Iván se arrodilló entre lágrimas y con los brazos apuntando al cielo. “Mis compañeros me buscaban para abrazarme pero era mi momento. Sentía que necesitaba estar solo para recordarlo en el festejo”, aseguró.

La noche anterior al duelo ante Guaraní apareció una persona con la cuál Agudiak forjaría una gran amistad. Héctor “etín” Manca, atleta trasplantado, brindó una charla acerca de la donación de órganos al plantel de San Martín y el oriundo de Médanos adoptó el mensaje para difundirlo hasta el día de hoy.

El lobby del hotel donde concentraba, fue el lugar para que vuelvan a cruzarse tras largo tiempo. Un mimo enorme fue el que recibió Iván al enterarse que el próximo partido por la vida y la donación de órganos a disputarse el 9 de Marzo llevará su nombre. “La charla con “etín” fue algo muy importante y me ayudó mucho a dimensionar lo esencial que es este tema en la sociedad”, manifestó.

Cuando la charla iba acabando, el plantel subió para bañarse y escuchar una nueva charla del deportista taficeño. Antes de irse, el “toro” le dejó un mimo al hincha de San Martín en este momento tan difícil. “Solo me queda darles las gracias por todo y el cariño que me dieron en el tiempo que estuve. Sigo al club y sufro como uno más pero no tengan dudas que San Martín se queda en primera por ser un grande”, expresó con una sonrisa repartida de oreja a oreja.

Iván Agudiak, de 33 años, oriundo de Médanos. Pasó por Villa Mitre, Santamarina, Gimnasia y Tiro, entre otros que marcan su extenso currículum. Aunque, seguramente, al escribir San Martín lo haga con mayúsculas y negritas porque el “santo” será su amor para toda la vida.

Por Maximiliano Barraza

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