Rusia empezó hoy a evacuar a sus diplomáticos de Ucrania y el gobierno ucraniano pidió a sus ciudadanos salir de Rusia, en medio de altas tensiones luego de que el Kremlin recibiera autorización para usar la fuerza militar en el extranjero y de que Occidente respondiera con sanciones a Moscú.

La cancillería rusa, en tanto, prometió una respuesta «fuerte» y «dolorosa» a las sanciones estadounidenses, a las que la Casa Blanca sumó hoy medidas contra la empresa encargada de operar el estratégico gasoducto Nord Stream 2, que une Rusia con Alemania.

«Que no haya ninguna duda: habrá una respuesta fuerte a estas sanciones, no necesariamente simétrica, pero bien calculada y dolorosa para Estados Unidos», dijo la cancillería en un comunicado.

Las esperanzas de una salida diplomática a la crisis parecían desvanecerse luego de que Estados Unidos y sus aliados acusaran a Rusia de violar la soberanía de Ucrania al reconocer la independencia de dos provincias separatistas del este ucraniano y ordenar al Ejército ruso «mantener la paz» en ellas.

Washington calificó eso como «inicio de invasión» rusa de Ucrania, impuso sanciones a entidades financieras rusas y personas cercanas al Kremlin, canceló una reunión entre el jefe de su diplomacia y su par ruso, y reposicionó tropas adicionales en el flanco este de la OTAN, en las fronteras con Rusia.

La Unión Europea (UE), el Reino Unido y otros países de Asia y Oceanía aliados de Estados Unidos anunciaron también penalidades contra bancos o individuos de Rusia.

Ucrania llamó a consultas a su embajador en Moscú y dijo que consideraba romper sus relaciones diplomáticas con Rusia. Alemania, por su parte, ya ayer había frenado la puesta en funcionamiento del lucrativo gasoducto Nord Stream 2.

Hoy, Rusia comenzó a evacuar a su personal diplomático de Ucrania, un día después de anunciar planes para hacerlo por motivos de seguridad, según la agencia de noticias AFP, que citó a un vocero de la embajada rusa en Kiev.

La bandera rusa ya no ondeaba en el tejado del edificio diplomático y varias personas fueron vistas saliendo del lugar con valijas, agregó la agencia francesa.

Más temprano, la cancillería de Ucrania llamó a todos los ciudadanos del país a salir rápidamente de Rusia advirtiendo que la «agresión» de Moscú podría provocar una reducción importante de los servicios consulares.

También hoy, el Ejército ucraniano anunció por Facebook un plan de movilización de los reservistas de entre 18 y 60 años por el plazo de un año.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania cuentan con unos 250.000 militares activos y 200.000 reservistas.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, descartó ayer una «movilización general» militar, pero hoy exigió al gobierno ruso y a la comunidad internacional «garantías de seguridad» para su país, dado que Kiev no integra ninguna alianza militar.

Su canciller, Dmitri Kuleba, había pedido ayer a Occidente que envíe más armas para hacer frente a una probable agresión rusa.

En otro preparativo para un posible deterioro aun mayor de la situación, el parlamento ucraniano aprobó hoy la declaración del estado de emergencia en el país durante un mes, solicitada previamente por el Consejo de Seguridad Nacional.

Gracias a ese mecanismo, las autoridades van a poder «incrementar la protección» del orden público y la infraestructura estratégica, «limitar la circulación, intensificar la verificación de vehículos y de documentos de individuos», explicó el jefe del Consejo, Oleksii Danilov.

En tanto, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, convocó para mañana a una cumbre especial de la UE en Bruselas para discutir la crisis entre Ucrania y Rusia, de acuerdo con una carta divulgada hoy.

«Las acciones agresivas de Rusia violan la ley internacional, y la integridad territorial y soberanía de Ucrania» y «también minan la seguridad europea», expresó Michel en la carta a los 27 jefes de Estado y de gobierno invitados a la cumbre especial.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que el mundo se enfrenta a «un momento de peligro» y calificó a la decisión de Rusia de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk como una «violación de la integridad territorial» de Ucrania, a la vez que instó a un inmediato cese de hostilidades en el este de ese país.

Las tensiones militares entre Rusia y Ucrania se encuentran por las nubes desde que Moscú comenzó a acumular, en meses recientes, a decenas de miles de soldados en la frontera entre ambos países.

El peligro de una guerra creció esta semana luego de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconociera la independencia de dos provincias separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania, Lugansk y Donetsk, que son fronterizas con Rusia, y de que el Senado ruso autorizara al gobierno a usar la fuerza militar en el extranjero.

Estados Unidos dice que Rusia planea invadir Ucrania.

Moscú rechaza las acusaciones y dice que busca proteger a los civiles de Lugansk y Donetsk del Ejército ucraniano.

Rusia exige además a Estados Unidos garantías de que Ucrania no ingresará a la OTAN.

Más de 14.000 personas murieron en Ucrania en combates entre el Ejército y las milicias de las dos provincias separatistas desde que estas se declararan independientes, en 2014.

Los mercados están alarmados por la posibilidad de que estalle una guerra entre Ucrania y Rusia que, según expertos, provocaría escasez de energía en Europa, que depende del gas ruso, y un caos económico global.

Líderes mundiales alertaron que las cosas pueden ponerse aun peor.

En la zona de conflicto del este de Ucrania, un soldado ucraniano murió hoy y otros seis resultaron heridos en «bombardeos» de los rebeldes, informó el Ejército.

Los separatistas informaron de la muerte de tres civiles en varias explosiones registradas durante la noche.

Desde el sábado pasado, cuando los líderes de Lugansk y Donetsk anunciaron evacuaciones masivas hacia Rusia, más de 96.000 residentes en esas provincias cruzaron la frontera rusa. (TELAM)

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