Turquía: Una explosión en una mina de carbón causó al menos 233 muertos y decenas de atrapados

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La cifra de muertos por el grave accidente minero ocurrido ayer en el oeste de Turquía ascendió al menos a 232, dijo hoy el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, durante una visita al lugar de la catástrofe.

  

Los sindicatos mineros turcos vienen denunciando que en el país se producen accidentes con más frecuencia que en Europa debido a la falta de medidas de seguridad y equipamiento.

Hasta ahora, el mayor siniestro de este tipo registrado en Turquía sucedió el 3 de marzo de 1992 en la mina de carbón de Kozlu, en la localidad de Zonguldak, cerca del Mar Negro, donde murieron 272 trabajadores tras un incendio declarado por una explosión de gas.

Sólo desde el año 2000, al menos 114 mineros perdieron la vida o desaparecieron en accidentes de trabajo, según despacho de EFE.

El 8 de septiembre de 2004, fallecieron 19 mineros en el incendio en una mina de cobre de la localidad de Kure, en el norte.

El 11 de diciembre de 2009, otros 19 mineros murieron en una explosión de gas grisú registrada en una excavación de carbón en la provincia noroccidental de Bursa.

El 21 de abril de 2005 fallecieron 18 mineros tras quedar atrapados bajo tierra también debido a una explosión de grisú en una mina de carbón en la provincia de Kutahya.

Otros 17 mineros fallecieron el 1 de junio de 2006 tras una explosión de gas metano en una mina privada de carbón en el oeste turco.

El 23 de febrero de 2010, murieron 17 trabajadores en otra explosión por grisú en una mina de carbón de la provincia de Balikesir.

Un año después, el 11 de febrero de 2011, fueron dados por desaparecidos 9 mineros que habían quedado sepultados por un corrimiento de tierra en una mina a cielo abierto de Afsin-Elbistan.

El 16 de marzo de 2004 perdieron la vida otros 5 trabajadores de nacionalidad china tras la explosión de una mina de carbón en la provincia de Zonguldak.

El 22 de noviembre de 2003 fallecieron tres mineros y siete fueron dados por desaparecidos tras una fuerte explosión registrada en una mina de carbón de la región de Karaman en la Anatolia Central. 

Esta mañana, seis personas fueron rescatadas con vida de la mina de carbón de Soma, en la provincia de Manisa, más de 18 horas después del accidente. Sin embargo, el incendio en la mina sigue sin estar bajo control, dijo el ministro de Energía turco, Taner Yildiz, por lo que se reducen las esperanzas de encontrar a más supervivientes y se espera un aumento de las víctimas. 

«Es peor de lo esperado», señaló. Ya se apunta que la cifra podría superar a la de fallecidos en el hasta ahora accidente minero más grave de la historia del país, que tuvo lugar en 1992. Entonces perdieron la vida 263 personas. 

Cientos de personas continúan sepultadas pero Yildiz no especificó el número exacto de desaparecidos. Anteriormente se había hablado de que 787 trabajadores se encontraban bajo tierra en el momento del accidente en la mina de carbón de Soma, en la provincia de Manisa, debido a que se estaba produciendo el cambio de turno. 

Por el momento está aclarado el destino de 363 personas, entre ellos los fallecidos y 80 heridos. 

La mayoría de las víctimas murieron por envenenamiento con monóxido de carbono. Tras las primeras investigaciones se cree que el origen del fuego fue un problema eléctrico que desencadenó una explosión y después un incendio a 150 metros de profundidad, dijo el ministro. 

Los trabajos de rescate están siendo complicados. Un antiguo trabajador de la mina que está colaborando en el rescate, Sami Kilic, dijo a la emisora CNN en turco que durante una explosión se corta el suministro eléctrico, por lo que los ventiladores dejan de funcionar y se interrumpe el flujo de aire. «Incluso aunque los hombres lleven máscaras, el rescate será difícil. Las máscaras que hemos recibido nos dan 45 minutos de aire fresco. Pero en 45 minutos no se puede subir un kilómetro y medio», dijo Kilic, que calculó que en la mina hay hasta 400 muertos. 

El gobierno decretó tres días de duelo por la tragedia. En todo el país y en las embajadas en todo el mundo las banderas ondean a media asta, informó la oficina del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que se desplazó hoy al lugar del accidente. Tanto Erdogan como el presidente turco, Abdullah Gül, suspendieron sus viajes al extranjero. 

Medios turcos informaron que el partido gobernante, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) rechazó en el Parlamento de Ankara una petición de la oposición el mes pasado de revisar las medidas de seguridad en la mina de Soma, mientras la empresa minera informó que realizó las últimas comprobaciones de seguridad hace dos meses. 

El presidente del sindicato DISK, Kani Beko, criticó que en la mina operaban muchos trabajadores de empresas subcontratadas y habló de un «asesinato masivo» en la mina. El diario «Hürriyet» apuntó que entre los muertos podría haber un joven de 15 años, aunque el ministro de Energía señaló que no es posible que un joven de esa edad trabajara en la mina. 

Los familiares de las víctimas esperaban hoy, desesperados, información de sus eres queridos ante un hospital. «¿Por qué nadie nos dice lo que ha ocurrido realmente?», preguntaba una mujer en declaraciones a la televisión CNN en turco. 

También se produjeron protestas en Estambul y otras ciudades del país contra los continuos accidentes mineros. El Parlamento de Ankara guardó un minuto de silencio por las víctimas. 

Mientras tanto las condolencias comenzaron a llegar al país. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, envió al gobierno turco y a todos los afectados por el accidente sus «más sinceras condolencias». «Mis pensamientos están con las víctimas y sus familias y con los equipos de resate que trabajando duro para salvar vidas», dijo al tiempo que ofreció la ayuda de la Union Europea. 

La canciller alemana, Angela Merkel, también ofreció ayuda en un telegrama condolencias que envió a Erdogan, en el que se mostró «conmocionada» por la noticia del accidente y expresó su «más profunda y sentida condolencia». «Nuestros pensamientos están con los familiares de las víctimas», indicó y deseó a los heridos «una rápida y completa recuperación». 

Incluso Israel y Grecia ofrecieron ayuda, países con los que Turquía mantiene una tensa relación. 

El papa Francisco llamo a rezar por las víctimas de la tragedia y por quienes aún continúan atrapados, al tiempo que pidió consuelo para sus seres queridos, dijo hoy durante su audiencia general semanal ante cientos de peregrinos en la Plaza de San Pedro. 

En los últimos tiempos Turquía fue escenario de accidentes mineros mortales, el más grave de ellos el ocurrido en una mina en la provincia de Zonguldak en 1992, donde perdieron al vida 263 personas. En los últimos años se sucedieron las informaciones sobre violaciones de las normas de seguridad o el uso de equipamiento anticuado. 

 

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