La crecida del río Paraná puso en alerta a varias provincias

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La alarma sonó ayer con la crecida nunca antes registrada del río Iguazú, que elevó su cauce habitual de 1.500 metros cúbicos por segundo (m3/s) a más de 45.000, casi 30 veces por encima de lo normal.

 Las lluvias en toda la cuenca del Iguazú, que se encuentra mayormente en Brasil, generaron esa crecida histórica que provocó el cierre al acceso a la Garganta del Diablo, el mayor de los saltos de las Cataratas.

En las últimas 24 horas también comenzó a crecer abruptamente el cauce del Paraná, que es alimentado por el Iguazú, uno de sus principales afluentes en la región.
 
Esta situación provocó los desbordes de ríos y arroyos en Misiones por lo que el gobierno provincial decidió hoy cortar la circulación vehicular en varios puentes.
 
El ministro de gobierno de la provincia, Jorge Daniel Franco, afirmó que «por cuestiones de seguridad y para resguardar la integridad de los misioneros, decidimos cortar momentáneamente la circulación sobre los puentes de los arroyos Parana-í, Piray-Guazú y Cuñá-Pirú, sobre la ruta nacional 12».
 
El funcionario explicó que «debido a la fuerte crecida de los ríos Paraná e Iguazú, también comenzaron a crecer en forma desmedida el resto de ríos y arroyos» y que «la fuerza de la corriente pone en peligro la estabilidad de los puentes».
 
Por su parte el Ministro de Salud Pública provincial, Oscar Herrera Ahuad, señaló que «ante esta realidad varias localidades de la provincia quedan prácticamente aisladas, de manera que por instrucciones del señor gobernador desde el Ministerio podemos contar con los servicios del helicóptero de la provincia para el traslado de enfermos y emergencias».
 
El director de Prensa de la Policía, comisario general Carlos Riveros, aseguró que pese a la crecida no hay evacuados en Misiones «porque felizmente no tenemos personas viviendo en las orillas de los arroyos ni ríos, pero estamos alerta y preparados para cualquier emergencia en caso de que continúe esta contingencia».
 
En Santa Fe, el responsable de la modelación y pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borus, expresó que la crecida va a provocar que el río Paraná “esté por encima de los 5,20 metros».
 
El especialista acotó que «este año el río está 50 centímetros más alto de lo que estaba el año pasado, cuando vino la crecida de junio».
 
“Esta crecida, para la ribera de Santa Fe, va a ser más riesgosa que la del año pasado», comentó.
 
Por su parte, Marcos Escajadillo, director de Defensa Civil de Santa Fe, consignó que van a viajar al norte de la provincia para reunirse «con productores, intendentes, presidentes comunales y organizar el traslado de los animales de la zona de islas hacia la costa».
 
Situaciones similares se viven en Chaco, Corrientes y Entre Ríos, donde técnicos del Ministerio de la Producción entrerriano estimaron hoy que en diez días estaría llegando a esa provincia la crecida extraordinaria del río Paraná.
 
En ese marco, el organismo solicitó a los productores que tengan ganado en la zona de islas y campos bajos aledaños al río que tomen los recaudos pertinentes y comiencen a retirar la hacienda hacia campos más altos, donde la crecida no afectará a los animales.

 

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